El colectivo se transforma en un horno con ruedas, caminar 10 cuadras es como un castigo injusto. Ahora bien, muchos locales comerciales cuentan con aire-acondicionado, pero es una solución y alivio pasajero; es más tal vez es peor, ya que cuando salimos del lugar climatizado el choque de temperaturas nos frena como un muro de ladrillos (y a veces nos pone de peor humor).
Esto recién empieza y tres o más meses de tortura me esperan... En fin, ODIO EL VERANO.-
Esto recién empieza y tres o más meses de tortura me esperan... En fin, ODIO EL VERANO.-
3 comentarios:
Yo también lo odio! Coincido 100 % en todo. Encima el río de Santa Fe (que según la propaganda de la cerveza, es el alma de la ciudad) en realidad es un caldo de cultivo. Que bosta.
Y ni te cuento que lindo es tener fiebre con estos calores. Calor de adentro para afuera y de afuera para adentro.
Lo único que me gusta del verano es que la gente anda medio desnuda.
Y también esas noches frescas que le dan a uno ganas de salir por ahi.
Me sumo al odio veranigo ...
manga de nerds!
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