Lectura Recomendada

Isaac Asimov (1920-1992), uno de los más reconocidos novelistas de ciencia ficción y un gran científico, escribió a lo largo de su carrera varias “sagas” futuristas que para su época, y a pesar de que se trataba de ficción, se adelantaban demasiado a su tiempo.

Hace ya un tiempo me intrigó la idea de leer alguno de sus libro... pero por donde empezar?

Muchos de los temas que abarca son sobre civilizaciones terrestres avanzadas miles de años y/o robots super-avanzados, por lo que me elección se encaminaría por esos lados.

Ya que no estaba disponible en ninguna librería, lo encargué a Bs.As. y en un par de días el elegido, Los Robots del Amanecer (1983), llegó a mi poder. Esta novela es la tercer entrega de una cuadrología que se extendió desde 1954 hasta 1985 (The Robots Series), pero como sólo este título se conseguía, no me quedó más opción. Afortunadamente cualquiera de las 4 partes pueden ser leídas de forma aislada y no guardan tanta relación unas con las otras (excepto los personajes), pero como se suele acostumbrar, en este tipo de ediciones se incluye un pequeño prólogo con aire de resumen para ponernos al tanto de la historia.

El libro empieza con su protagonista, el policía Elijah Baley, en la Tierra, entrenando con un grupo de personas, entre las que se encuentra su hijo, con el fin de tolerar los espacios abiertos al aire libre ya que su sociedad vive en ciudades completamente cerradas con un clima artificial. En ese momento recibe la visita de un robot que le indica que debe de personarse en la comisaría.

Le informan de que han pedido que acuda al mundo de Aurora para resolver un crimen que puede tener consecuencias diplomáticas terribles para la Tierra. El robot Jander Panell, un robot humaniforme idéntico a R. Daneel Olivaw se ha bloqueado. Baley lo llama "roboticidio".

El inventor del robot, Han Fastolfe, es el principal, y único, sospechoso. Fastolfe que también aparece en Bóvedas de acero, es el mejor roboticista de Aurora y por ese motivo es el único que puede haber inducido ese estado al robot, y presa de su orgullo, así lo proclama él mismo. Fastolfe es un miembro destacado de la política de Aurora a favor de la Tierra. Los aurorianos quieren seguir colonizando otros mundos pero no quieren que lo hagan los terrestres. La implicación de Fastolfe en este crimen tendrá implicaciones en su carrera política. De esta forma, perderá su influencia y peso político viéndose la Tierra perjudicada. El futuro de la Tierra, y su propio futuro, están en juego.

Paso siguiente a todo esto, me dije: tengo que leer el cuento que empezó todo esto. Y así fue; Bóvedas de Acero llegó a mis manos gracias a un buen amigo que me hizo el favor de prestármelo.

Pese a que casi 30 años separaban ambas entregas, la narrativa, los planteos y el desarrollo de la historia tenían muchas semejanzas, nunca abandonando los caracteres de los protagonistas y sobre todo el énfasis que se hace en la descripción de la tierra a esa altura del tiempo (cerca del año 3000). Muchos de estos aspecto fueron factores que me sorprendieron a medida que iba leyendo estos escritos, sobre todo por la fecha de edición de los mismos y de lo que describían; nuestra sociedad sin demasiados cambios que en la actualidad, rodeados de tecnología del carajo, confiscados en gigantescos bunkers subterráneos donde ahora se desarrollaba su vida cotidiana (todo esto en el primero).

Como dije antes, Asimov era un adelantado a su época, y calculo que la veracidad de lo que cuenta y describe se le puede atribuir a sus amplios conocimientos científicos, sobre todo en la rama de la robótica.

Aún no he tenido la oportunidad de leer las dos entregas que me faltan, sobre todo la última (Robots e Impero, 1985), que se sitúa 200 años en el futuro de lo anteriormente contado en Los Robots del Amanecer. Esta vez los protagonistas pasan a ser directamente los robots (ya que el protagonista original ha fallecido) y esta vez su aventura abarcará un poco más que resolver un conflicto que involucre a salvar la Tierra o varios planetas, sino que tratarán de evitar que se destruya la misma galaxia.